Villa Rica, una mirada al paraíso del café
- Viaja y Prueba
- Feb 13, 2019
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Updated: Feb 28, 2019
Villa Rica es uno de los 8 distritos de la provincia de Oxapampa, este se extiende sobre la Cordillera de los Andes, a 359 km al noreste de la ciudad de Lima. Con una temperatura promedio de 17.7 ºC, pertenece en un 80% a la ecoregión Selva Alta, rica. En diversidad biológica.

Dentro de este distrito se pueden encontrar fincas y fundos como la Chacra D’Dago, donde se puede hacer un turismo distinto, dejando de lado la costumbre del alojamiento en hoteles. Parte de la experiencia en la chacra es la posibilidad que los dueños brindan al visitante de trabajar con ellos durante el día, recogiendo el café y sus propias verduras, vivencia que culmina siendo de mayor satisfacción que la de un viajero que vive sus vacaciones únicamente en la playa, sin realizar mayor esfuerzo o actividad física. De esta forma, las vivencias en la Chacra D’Dago se orientan al conocimiento de una parte distinta del Perú.
En cuanto al café, Dagoberto Marín, el pionero y visionario en las prácticas de Agricultura Biodinámica en la producción de café manifiesta que “cada café tiene un perfil; es decir, que tiene ciertas cualidades especiales”. De la mano de su testimonio, encontramos como parte de la experiencia el propio cosechado del café, los visitantes recogen las semillas del café cosechadas.

Posteriormente, caminan hacia un río, donde sumergen un barril sellado en plástico, lleno del café recogido, con el propósito de fermentarlo anaeróbicamente. Hector Marín comenta que la idea de dicha fermentación es “buscar temperaturas bajas que da el ambiente, buscar el anaeróbico a través del cilindro y el sonido de la cascada, que le den cualidades armónicas a la fermentación”.
Por último, se despluma el café, se seca y es tostado por máquinas. El café tostado llega a manos del tostador, quien lo muele para el posterior consumo. Asimismo, durante la estadía en la chacra, se puede observar diversos tipos de abejas nativas de la zona, que polinizan las orquídeas. En orden a esto, los dueños obtienen una exquisita miel que se cosecha cada año, de modo que logran mantener la biodiversidad de la zona y mejorar la calidad del sistema.
En definitiva, una experiencia amigable con el medioambiente e inolvidable para el ser humano.
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